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Anticoagulación después de una cirugía de corazón. Guía para pacientes

Escrito por Dr. Alejandro Molina | Sep 6, 2024 3:42:08 PM

Si recientemente has sido sometido a una cirugía de corazón abierto y estás tomando anticoagulantes, como la warfarina, es importante que tengas en cuenta varios aspectos clave para garantizar tu bienestar y evitar complicaciones.

 La warfarina es un medicamento esencial en muchos pacientes para prevenir la formación de coágulos sanguíneos, pero su manejo adecuado es crucial. En este blog, te brindaremos información esencial sobre cómo cuidarte, qué considerar y cuándo acudir a urgencias.

¿Qué es la warfarina y por qué es importante?

La warfarina es un anticoagulante oral que se utiliza para reducir el riesgo de coágulos sanguíneos. Esto es especialmente importante en personas que han tenido una cirugía de corazón abierto, reemplazo de válvula o que presentan afecciones como fibrilación auricular. Al evitar la formación de coágulos, la warfarina disminuye el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (derrame) o embolias.

¿Cómo se determina la dosis ideal de warfarina?

La dosis ideal de warfarina varía de persona a persona, ya que factores como el peso, edad, la dieta y otras condiciones de salud influyen en su efectividad. No hay una dosis estándar; en su lugar, los médicos ajustan la dosis basándose en un examen llamado Tiempo de Protrombina (TP) o Índice Internacional Normalizado (INR).

El INR mide cuánto tarda tu sangre en coagularse y es fundamental mantenerlo dentro de un rango terapéutico seguro, que suele estar entre 2.0 y 3.0 para la mayoría de los pacientes con válvulas mecánicas en posición aórtica o quienes presentan una arritmia como la fibrilación auricular. Tu médico ajustará la dosis según el resultado de tus análisis de INR. En caso de remplazo de la válvula mitral o de varias válvulas, usualmente el rango de INR debería estar entre 2.5 y 3.5. 

Cada persona tendrá dosis y esquemas de tratamiento ajustados personalmente. 

Control regular del INR

Es vital que sigas con regularidad los análisis de INR, especialmente durante las primeras semanas después de la cirugía o cuando inicias el tratamiento. Estos análisis pueden realizarse en el hospital, clínica o mediante dispositivos portátiles en casa, siempre con la supervisión de tu médico.

Numbers comerciales de la Warfarina (varían en cada país):

  • Coumadin (Común en México y Estados Unidos)
  • Jantoven (Común en Estados Unidos)
  • Aldocumar (Común en España)
  • Dagonal

¿Cómo cuidarte mientras tomas Warfarina?

  1. Alimentación adecuada: Algunos alimentos ricos en vitamina K pueden interferir con la acción de la warfarina, ya que esta vitamina participa en la coagulación sanguínea. Entre los alimentos que debes consumir con moderación están:
    • Vegetales de hojas verdes (espinaca, brócoli, col rizada, lechuga)
    • Hígado y otros alimentos con alto contenido en vitamina K
    • Té verde y ciertos suplementos

  1. No se trata de evitar estos alimentos, sino de mantener una ingesta constante para que los médicos puedan ajustar la dosis de warfarina según tus hábitos alimenticios.
  2. Evita los suplementos sin supervisión: Suplementos como el ginkgo biloba, el ajo, el jengibre o la vitamina E pueden aumentar el riesgo de sangrado. Siempre consulta a tu médico antes de tomarlos.
  3. Cuidado con otros medicamentos: Algunos antibióticos, antiinflamatorios (como el ibuprofeno) y otros medicamentos pueden interactuar con la warfarina. Es fundamental que informes a tu médico sobre cualquier medicamento nuevo que inicies.
  4. Cuidado con las actividades físicas: Aunque la actividad física es importante para tu salud cardíaca, debes tener precaución con actividades de alto impacto que puedan causarte golpes o caídas, ya que el riesgo de sangrado es mayor cuando estás anticoagulado.

Riesgos de la anticoagulación

El uso de warfarina, si bien es vital, no está exento de riesgos. Entre los más importantes están:

  • Sangrado: Este es el riesgo más común. Puedes notar sangrado en las encías, hematomas inusuales, orina de color oscuro o sangre en las heces. Si ocurre sangrado severo, debes acudir de inmediato a urgencias.
  • Trombosis: Si el INR es demasiado bajo, puede no estar funcionando de manera adecuada y existe el riesgo de que se formen coágulos.

Señales de alarma

Debes buscar atención médica inmediata si presentas alguno de los siguientes síntomas:

  • Hemorragia nasal o sangrado en las encías que no cesa.
  • Orina con sangre o heces de color negro.
  • Dificultad para respirar, dolor en el pecho o falta de aire (pueden ser signos de un coágulo en los pulmones).
  • Dolor de cabeza severo y repentino o visión borrosa (pueden ser signos de un accidente cerebrovascular).
  • Caídas o golpes severos, incluso si no hay sangrado aparente.

¿Existen alternativas a la warfarina?

En algunos casos, pueden existir alternativas a la warfarina como los nuevos anticoagulantes orales (NOACs), entre ellos:

  • Rivaroxabán
  • Dabigatrán
  • Apixabán

Estos medicamentos no requieren controles de INR tan estrictos como la warfarina, pero no siempre son adecuados para pacientes con reemplazo valvular mecánico. Habla con tu médico para discutir si alguna de estas opciones es adecuada para ti.

Estudios clínicos relevantes:

A lo largo de los años, se han realizado diversos estudios sobre el manejo de la warfarina y las alternativas más modernas. Algunos de los más relevantes son:

  1. Estudio ROCKET AF: Evaluó la eficacia del rivaroxabán en comparación con la warfarina en pacientes con fibrilación auricular. Los resultados mostraron que el rivaroxabán fue igualmente efectivo en la prevención de accidentes cerebrovasculares con menor riesgo de sangrado.
  2. Estudio RE-LY: Comparó el dabigatrán con la warfarina en la prevención de accidentes cerebrovasculares en pacientes con fibrilación auricular. El dabigatrán mostró ser más efectivo en la prevención de eventos embólicos con un perfil de seguridad favorable.
  3. Estudio ARISTOTLE: Demostró que el apixabán era superior a la warfarina en la prevención de eventos tromboembólicos y mostró un menor riesgo de hemorragias.

Anticoagulación Oral en Caso de un Reemplazo de Válvula Biológica:

Los reemplazos de válvulas cardíacas son procedimientos importantes para restaurar el flujo sanguíneo adecuado y mejorar la función cardíaca. Existen dos tipos principales de válvulas artificiales: válvulas mecánicas y válvulas biológicas. Mientras que los pacientes con válvulas mecánicas casi siempre necesitan anticoagulación a largo plazo, aquellos con válvulas biológicas pueden requerir un enfoque diferente respecto al uso de anticoagulantes orales, dependiendo de su situación clínica específica.

¿Qué son las válvulas biológicas?

Las válvulas biológicas, también conocidas como válvulas tisulares, se fabrican a partir de tejido animal, usualmente de cerdos o vacas, o en ocasiones de tejido humano (homoinjertos). A diferencia de las válvulas mecánicas, las válvulas biológicas no requieren el uso a largo plazo de anticoagulantes como la warfarina, ya que tienen un menor riesgo de formación de coágulos sanguíneos.

Anticoagulación en pacientes con válvula biológica

Aunque las válvulas biológicas tienen menor riesgo de formación de trombos en comparación con las válvulas mecánicas, puede ser necesario el uso temporal de anticoagulantes orales en algunos pacientes, especialmente en los primeros meses después de la cirugía.

Uso de anticoagulación en las primeras semanas postoperatorias

En general, los pacientes con reemplazo de válvula biológica reciben anticoagulación temporal con warfarina durante las primeras 6 a 12 semanas después de la cirugía. Esto es para reducir el riesgo de formación de coágulos mientras el cuerpo se adapta a la nueva válvula. Posteriormente, la anticoagulación puede suspenderse, especialmente si no hay otros factores de riesgo de trombosis.

La duración exacta del tratamiento con anticoagulantes puede depender de varios factores:

  • El tipo de válvula biológica utilizada.
  • Si el paciente presenta fibrilación auricular o antecedentes de tromboembolismo.
  • La ubicación de la válvula (válvula aórtica o mitral).

Aspirina y terapia antiplaquetaria

En lugar de usar anticoagulantes orales a largo plazo, muchos pacientes con válvulas biológicas suelen recibir tratamiento con aspirina a dosis bajas. La aspirina actúa como un antiplaquetario, ayudando a prevenir la formación de pequeños coágulos sin los riesgos de sangrado asociados con los anticoagulantes orales. La decisión de usar aspirina se basa en el perfil de riesgo individual del paciente y se ajusta según sea necesario.

Casos en los que se recomienda anticoagulación prolongada

Si bien la mayoría de los pacientes con válvulas biológicas no necesitan anticoagulación a largo plazo, existen situaciones en las que los médicos pueden recomendar continuar con la warfarina o un anticoagulante alternativo más allá de las primeras semanas postoperatorias:

  1. Fibrilación auricular: Si el paciente desarrolla fibrilación auricular después de la cirugía, la anticoagulación crónica puede ser necesaria para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular.
  2. Historial previo de trombosis: Los pacientes con antecedentes de coágulos sanguíneos pueden necesitar anticoagulación a largo plazo, independientemente del tipo de válvula.
  3. Función ventricular alterada: Si el corazón tiene dificultades para bombear eficazmente la sangre, como ocurre en algunos pacientes con insuficiencia cardíaca, el riesgo de trombos aumenta, lo que puede justificar el uso prolongado de anticoagulantes.

Riesgos y precauciones

Al igual que con las válvulas mecánicas, el uso de anticoagulantes como la warfarina conlleva ciertos riesgos, principalmente relacionados con el sangrado excesivo. Debes estar atento a signos de sangrado como hematomas, sangrado de las encías o sangre en la orina o las heces. Ante cualquier síntoma alarmante, consulta de inmediato a tu médico.

Quédate Tranquilo(a):

Este tipo de anticoagulantes han sido utilizados por décadas con mucha seguridad. Han sido el pilar del tratamiento en las personas que tuvieron un remplazo de válvula mecánica o una arritmia. Si bien es cierto que existe un porcentaje bajo de riesgos, es importante que sepas que la mayoría de las personas pueden vivir una vida larga y prácticamente normal, a pesar de estar tomando anticoagulantes.

El uso de anticoagulantes como la warfarina es vital para la recuperación y el mantenimiento de la salud en pacientes que han pasado por una cirugía de corazón abierto. Es importante que sepas que no todos los pacientes van a ser anticoagulados después de una cirugía de corazón; sin embargo, para aquellos que si lo requieran,  el seguimiento adecuado de las dosis, la monitorización constante del INR y el cuidado en la dieta y el estilo de vida son aspectos esenciales para evitar complicaciones.

No dudes en consultarnos o solicitar una video consulta ante cualquier duda o síntoma inusual, y mantén siempre una comunicación abierta sobre cualquier cambio en tu medicación o hábitos.

Tu salud depende de un manejo cuidadoso y responsable. Cuida tu corazón ¡No estás solo!

 Dr. Alejandro Molina Romo

Fundador de Cirugía de Corazón