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¿Qué tan segura es una cirugía de corazón?

Escrito por Dr. Alejandro Molina | Jun 16, 2025 3:38:48 PM

Escuchar que tú o un ser querido necesita una cirugía de corazón puede ser una de las noticias más abrumadoras de la vida. Es normal sentir miedo, incertidumbre o tener muchas preguntas.

Y una de las preguntas más frecuentes que hacen los pacientes y sus familias es:

“¿Qué tan peligrosa es? ¿Realmente es segura esta operación?”

La buena noticia es que hoy en día la cirugía de corazón, conocida como cirugía de corazón abiertoes mucho más segura que en el pasado, gracias a los avances médicos, la tecnología y los equipos de profesionales altamente capacitados.

Pero como todo procedimiento importante, no está libre de riesgos. Es importante mencionar que la gran mayoría de las cirugías de corazón hoy en día son realizadas de manera electiva, es decir, programada con tiempo, y no de manera urgente. 

Este artículo busca ayudarte a entender, con claridad y sin tecnicismos, cómo se evalúa el riesgo, qué factores pueden influir y qué tipo de complicaciones pueden presentarse.

¿Es segura una cirugía de corazón?

La respuesta rápida y clara es: Sí. La gran mayoría de las cirugías cardíacas se realizan con éxito. Procedimientos como el reemplazo de válvulas, bypass coronario o incluso los trasplantes de corazón, tienen actualmente tasas de supervivencia y recuperación muy altas, sobre todo cuando:

  • La cirugía es programada (no de urgencia)

  • El paciente llega bien preparado

  • Se realiza en un hospital con experiencia

  • El equipo médico sigue protocolos actualizados

Aún así, cada paciente es único y es fundamental evaluar su riesgo individual antes de entrar al quirófano.

¿Qué factores aumentan el riesgo quirúrgico?

Algunos pacientes tienen condiciones que pueden hacer más compleja la cirugía o la recuperación. Estos son los factores más importantes que los médicos toman en cuenta:

  • Edad avanzada: Esto es relativo, la edad por si sola no es una contraindicación o factor de riesgo; es decir, depende de en que estado este cada paciente a cada edad, hay personas arriba de 70 u 80 con excelente estado físico y mental. Así como hay personas de 55 de pésimo estado de salud. .

  • Presión alta mal controlada. Mientras mas años tenga mal controlada suele afectar mas. 

  • Diabetes, sobre todo si afecta riñones o circulación. Si lleva muchos años fuera de control, suelen existir daños a varios órganos, incluyendo corazón, riñón y cerebro. 

  • Problemas pulmonares como EPOC o antecedente de tabaquismo. El tabaquismo probablemente sea el factor de riesgo mas importante para tu corazón. 

  • Obesidad, que puede dificultar la respiración y cicatrización

  • Insuficiencia renal. Riñones con función alterada o muy disminuida.

  • Corazón muy débil o con función reducida (fracción de eyección baja), o un corazón muy dilatado o enfermo.

  • Cirugías de urgencia o pacientes en estado crítico. El hecho de que una cirugía se realice de manera urgente suele tener un impacto importante en el riesgo del procedimiento. 

Tener uno o más de estos factores no significa que no puedas operarte, pero sí que tu equipo médico deberá prepararte con mayor cuidado, vigilarte más de cerca y elegir el mejor momento para operar.

¿Cómo se calcula el riesgo?

No es una corazonada. Los cirujanos utilizan herramientas médicas validadas internacionalmente, como el EuroSCORE II o el STS Score, que calculan, con base en miles de casos, el riesgo estimado de complicaciones o fallecimiento.

Estas herramientas toman en cuenta:

  • Edad

  • Enfermedades crónicas

  • Función del corazón

  • Tipo de cirugía (valvular, coronaria, trasplante, etc.)

  • Estado general del paciente

Por ejemplo, un paciente joven, sin enfermedades previas y con una cirugía programada puede tener un riesgo quirúrgico menor al 1%. En cambio, alguien de edad avanzada, con varios factores de riesgo y cirugía urgente, puede tener un riesgo mayor al 10%.

El objetivo no es asustar, sino tomar decisiones informadas y prepararte lo mejor posible.

¿Qué complicaciones pueden presentarse?

Una de las preguntas más frecuentes —y totalmente válidas— que hacen los pacientes y sus familias antes de una cirugía de corazón es:
“Doctor, ¿cuáles son los riesgos?, ¿qué me puede pasar?”

Aunque hoy en día la cirugía cardíaca es mucho más segura gracias a los avances médicos y a la experiencia de los equipos quirúrgicos, como en cualquier cirugía mayor, pueden presentarse algunas complicaciones. No siempre ocurren, pero es importante conocerlas, hablarlas con honestidad y entender que, en la mayoría de los casos, pueden prevenirse, tratarse o manejarse a tiempo.

Las complicaciones más comunes

Después de la operación, lo más frecuente es que el paciente presente ciertos cambios temporales en su cuerpo. Por ejemplo, no es raro que aparezca un ritmo cardíaco irregular llamado fibrilación auricular. Es una arritmia bastante común en los primeros días después de la cirugía, y aunque suena alarmante, suele controlarse bien con medicamentos y no deja secuelas.

También puede presentarse algo de inflamación, molestias en la herida, o incluso acumulación de líquidos que causan hinchazón en piernas o pulmones. Esto ocurre porque el cuerpo está respondiendo al “estrés” de la cirugía y al uso de la máquina de circulación extracorpórea. En la mayoría de los casos, todo esto mejora con el tratamiento y el paso de los días.

En pacientes mayores o con antecedentes neurológicos, puede haber momentos de confusión o desorientación temporal en el posoperatorio, lo que llamamos delirio. Esto suele ser pasajero, pero requiere vigilancia y apoyo de la familia.

Algunas personas necesitan una transfusión de sangre, lo cual es parte del protocolo normal en muchos hospitales, y otras pueden tener una infección leve en la herida quirúrgica. La mayoría de estas complicaciones son tratables y no ponen en riesgo la vida.

¿Y las complicaciones más serias?

Afortunadamente, las complicaciones graves son poco comunes, sobre todo cuando la cirugía es programada y el paciente está bien preparado. Aun así, es importante saber que existen.

Una de ellas es el infarto, que puede ocurrir durante o después de la operación, aunque en menos del 3% de los casos. También puede haber un derrame cerebral, que ocurre por coágulos que viajan al cerebro durante la cirugía. Esto es raro, pero más probable en personas con problemas vasculares previos.

Otra posible complicación es la insuficiencia renal aguda, especialmente en pacientes con función renal ya deteriorada. A veces se presenta de forma leve y se resuelve sola, pero en casos más graves puede requerir apoyo temporal con diálisis.

En algunos pacientes, puede haber sangrado excesivo, que a veces obliga a regresar al quirófano para revisarlo. Y, aunque muy infrecuente, existe el riesgo de una infección profunda en el esternón, que requiere antibióticos por tiempo prolongado y cuidados especiales.

La más grave de todas, y obviamente siempre es la parte difícil de la plática; aunque afortunadamente poco frecuente, es la muerte durante o después de la cirugía. En cirugías de corazón programadas y con buena preparación, ese riesgo suele estar por debajo del 1 al 3%.

Sin embargo, en pacientes en estado crítico o con muchas enfermedades al mismo tiempo, ese número puede ser más alto.

En cirugías bien planeadas y con equipos experimentados, la mortalidad está por debajo del 1 a 3%, lo que significa que en más del 97% de los casos, todo sale bien.

¿Qué puedes hacer tú para reducir los riesgos?

Mucho. Tú y tu familia son parte clave del éxito. Algunas recomendaciones antes de la cirugía:

  • Controla bien tu diabetes, presión y colesterol

  • Deja de fumar al menos 4 semanas antes de la cirugía

  • Sigue todas las indicaciones médicas

  • Pregunta lo que no entiendas

  • Informa cualquier síntoma nuevo

  • Constante comunicación con tu equipo de médicos

La cirugía no es solo el momento del bisturí. Es un proceso en equipo, y tú eres parte fundamental.

✅ Complicaciones comunes (ocurren en 5 a 30% de los pacientes, según el caso):

Complicación ¿Qué es? Frecuencia estimada
Fibrilación auricular postoperatoria Ritmo cardíaco irregular que aparece después de la cirugía. 20–25%
Infección de herida Puede ocurrir en el esternón o en zonas donde se colocan drenajes. 3-4%
Dolor o inflamación prolongada Normalmente leve, pero puede durar varias semanas. 10%
Confusión o desorientación temporal (delirio postoperatorio) Más común en pacientes mayores. 10–20%
Retención de líquidos o hinchazón Por cambios circulatorios o renales temporales. 15–25%
Necesidad de transfusión de sangre Por sangrado normal durante la cirugía. 30–45% en cirugías abiertas

⚠️ Complicaciones más severas (menos comunes, pero importantes)

Complicación ¿Qué implica? Frecuencia estimada
Infarto (ataque al corazón) durante o después de la cirugía Suele ser por daño en las arterias coronarias o mala perfusión. 1-2%
Derrame cerebral (evento neurológico) Puede ocurrir por pequeños coágulos o embolias. 1–2%
Insuficiencia renal aguda Los riñones dejan de funcionar bien temporal o permanentemente. 5–10% (grave: 1–3%)
Sangrado importante que requiere reintervención En casos raros, se debe volver al quirófano a controlar el sangrado. 2–5%
Infección profunda del esternón (mediastinitis) Infrecuente, pero grave si ocurre. 0.5–2%
Neumonía Infección pulmonar postoperatoria, más común en pacientes con EPOC o fumadores. 2–5%
Falla multiorgánica o muerte Riesgo global depende del estado del paciente. Mortalidad global: 1–5% (en cirugías programadas, incluso <1%)

¿La cirugía mínimamente invasiva o robótica es más segura?

En muchos casos, sí. La cirugía cardíaca mínimamente invasiva o asistida por robot ha transformado la forma en que operamos el corazón, especialmente en procedimientos como el reemplazo valvular o la reparación de ciertas estructuras cardíacas.

Al realizar la cirugía a través de pequeñas incisiones, sin abrir completamente el esternón, se logra reducir el trauma quirúrgico, disminuir el sangrado, el dolor, las infecciones y acelerar la recuperación. Esto significa que el paciente puede levantarse antes, respirar mejor, caminar más rápido y volver antes a su vida normal.

Además, en centros donde se cuenta con tecnología robótica y equipos especializados, estas técnicas pueden ofrecer resultados igual de efectivos que la cirugía abierta, pero con menos riesgo de complicaciones posoperatorias.

No todos los pacientes son candidatos, pero si lo eres, tu cirujano te explicará si esta opción es posible y segura para tu caso particular.

¿Qué es la cirugía cardíaca mínimamente invasiva?

Cuando hablamos de cirugía cardíaca mínimamente invasiva, nos referimos a una forma más moderna de operar el corazón sin necesidad de abrir completamente el tórax (es decir, sin partir el esternón de arriba a abajo, como en la cirugía tradicional).

En lugar de una gran incisión en el pecho, se hacen pequeñas incisiones —de entre 3 a 6 cm— por donde se introducen instrumentos especiales y una cámara. A través de estas incisiones, el cirujano puede reparar válvulas, cerrar defectos o incluso reemplazar estructuras del corazón, con la misma precisión, pero causando menos trauma al cuerpo.

¿Qué ventajas tiene?

  • Menor dolor después de la cirugía

  • Menor pérdida de sangre y menor necesidad de transfusiones

  • Menor riesgo de infección

  • Recuperación más rápida, con hospitalizaciones más cortas

  • Cicatrices más pequeñas y estéticas

  • Mayor comodidad para el paciente y retorno más temprano a su vida normal

¿Y qué es la cirugía robótica?

La cirugía robótica es un tipo avanzado de cirugía mínimamente invasiva. Utiliza un sistema robotizado controlado directamente por el cirujano conocido como sistema DaVinci Xi, que permite una visión ampliada y movimientos más finos y precisos.

Es especialmente útil para reparar válvulas o trabajar en zonas delicadas del corazón.

¿Todos los pacientes pueden operarse así?

No siempre. La posibilidad de usar técnicas mínimamente invasivas depende del tipo de enfermedad, del estado del paciente y de la experiencia del equipo quirúrgico. En algunos casos, la cirugía tradicional sigue siendo la opción más segura.

Por eso, es importante evaluar cada caso de forma individual. Pero cuando es posible, la cirugía mínimamente invasiva representa una excelente alternativa, con menos riesgos y una recuperación más amable.

¿Y qué pasa a mediano y largo plazo después de cirugía?

Después de superar la etapa inmediata de recuperación, también pueden surgir algunas complicaciones a mediano o largo plazo, dependiendo del tipo de cirugía y del cuidado posterior. Por ejemplo, en pacientes con válvulas cardíacas artificiales, puede ser necesario tomar anticoagulantes de por vida, lo que implica controles frecuentes y riesgos de sangrado si no se siguen bien las indicaciones.

En otros casos, pueden presentarse problemas en la cicatrización del esternón, molestias musculares persistentes o, con el tiempo, desgaste de las válvulas biológicas, que podrían requerir una nueva intervención años después.

También es posible que algunos pacientes desarrollen insuficiencia cardíaca si el corazón ya estaba muy debilitado antes de la cirugía.

Por eso es tan importante el seguimiento médico a largo plazo, una buena rehabilitación cardíaca y mantener un estilo de vida saludable. La cirugía no es el final del camino, sino el inicio de una nueva etapa que debe cuidarse con constancia y atención.

¿Qué es la rehabilitación cardíaca y por qué es tan importante?

Muchas personas piensan que, una vez que la cirugía salió bien, el trabajo ya está hecho. Pero en realidad, la recuperación completa del corazón no termina al salir del hospital. Aquí es donde entra en juego algo fundamental: la rehabilitación cardíaca.

La rehabilitación cardíaca es un programa especializado y supervisado que incluye ejercicio físico adaptado, educación sobre salud cardiovascular, apoyo emocional y orientación nutricional. Su objetivo es ayudarte a reconstruir fuerza, recuperar confianza, mejorar tu calidad de vida y prevenir nuevas enfermedades del corazón.

Está demostrado que los pacientes que participan en rehabilitación tienen menos hospitalizaciones, menos complicaciones a largo plazo y mayor expectativa de vida. Además, les permite retomar sus actividades diarias con mayor seguridad, mejorar su estado de ánimo y sentirse nuevamente en control de su salud.

Es una parte esencial del tratamiento, no un lujo. Si tu equipo médico te lo recomienda, vale la pena hacerlo: es una inversión en tu corazón, en tu futuro y en tu bienestar.


Estamos contigo

Si tú o un ser querido enfrentan una cirugía cardíaca, queremos que sepas que no están solos. Nuestro compromiso es acompañarte con honestidad, claridad y cuidado en cada paso del camino.

La cirugía de corazón no se trata solo de reparar una válvula o una arteria. Se trata de mejorar tu vida, de darte más años para compartir con quienes amas, y de hacerlo con calidad. El hecho de contar con un equipo experimentado y con preparación adecuada es fundamental. Debe existir una relación médico paciente adecuada en todo momento, donde ciertas la libertad de platicar y expresar todas tus dudas. 

Estamos aquí para ayudarte a tomar decisiones con confianza y con el corazón tranquilo. Si deseas mas información al respecto o quieres una consulta para analizar tu caso en particular o el de un familiar, recuerda que puedes solicitar una video conferencia inicial con uno de nuestros especialistas. 

Dr. Alejandro Molina Romo 

Fundador de Cirugía de Corazón